Análisis de Keeper para XboxSeries – uVeJuegos.com


He de confesar que lo nuevo de Double Fine bajo la dirección creativa de Lee Petty me ha dejado sin palabras. Y ésta es una estupenda analogía del videojuego que hoy nos ocupa: Keeper. Me considero un ferviente admirador de toda obra que nace con la intención de emocionar al jugador sin utilizar ni una sola palabra. No engaño a nadie si confieso mi aprecio más absoluto al trabajo de Conrad Roset, de Nomada Studio y como venero sus dos obras maestras: Gris y Neva.

Videojuegos que expresan sin palabras. ¡Qué difícil ha de ser eso para un estudio desarrollador! Imaginad como de sólido ha de ser el apartado artístico del videojuego para lograr emocionar sin decir nada. Buscando un ejemplo cinematográfico, imaginad el cine mudo. Los actores debían interpretar, con todo un abanico de expresiones faciales, todas aquellas emociones que se exigían en el guion. ¡Cuán difícil ha de ser expresar sin palabras!

Volviendo a nuestro mundo, el de los videojuegos, gracias a tecnologías, como el Mocap, se pueden capturar expresiones faciales de una manera tan fiel que deberían ser capaces de recoger cualquier emoción transmitida por el actor, sin necesidad de usar la palabra. ¿Pero qué pasa en un videojuego en donde no hay rostros, no hay capturas faciales, no hay emociones transmitidas por ningún actor? ¿Cómo un videojuego puede transmitir emociones, simplemente usando los escenarios, los entornos gráficos y una buena narrativa? Pues gracias a Double Fine, que se planteó esa misma cuestión hace un tiempo, podemos encontrar una respuesta al dilema. Bienvenidos al colorido mundo de Keeper.

Una narrativa que debe de ser descubierta por el jugador, dividida en cuatro actos

Permitidme que siga sincerándome con vosotros: es la primera vez que me encuentro delante de un dilema moral como el que os voy a relatar desde que soy analista, y ése no es otro que decidir hasta donde debo contar. Pensándolo bien, esta encrucijada da lugar al primer consejo que os daré a los que vayáis a probar este Keeper: no se os ocurra hacer ningún tipo de spoiler a quien no lo haya jugado. La explicación es bien sencilla, no solo el videojuego tiene una, evidente, carga narrativa elevadísima, y cualquier destripe podría entorpecer la experiencia vivida por otro jugador, sino que Keeper dispone de una particularidad que debe permanecer con un aire absolutamente místico hasta ser descubierto por el jugador: el juego se divide en cuatro actos, con cuatro jugabilidades similares, pero distintas.

Si hay un protagonista claro en Keeper, ese es el foco

La historia empieza cuando Ramita, un pájaro verde muy similar a un dodo, pierde de vista a su bandada. Viéndose perseguida por unos entes terroríficos y oscuros, decide protegerse en la copa de un faro, bastante venido a menos. Por arte de magia, ese faro aniquila la amenaza de un fogonazo de luz, después le crecen cuatro patas y finalmente cobra vida. Lo normal, vaya. Nuevamente el foco de ese faro va a volver a brillar como antaño. Ambos compañeros iniciarán un viaje que les llevará por todos los rincones de ese onírico y extraño mundo. Desde ese momento se ha creado un vínculo de amistad y necesidad mutua absolutamente inquebrantable entre ese foco y Ramita, necesitándose el uno del otro para avanzar por un mundo que, poco a poco, fogonazo a fogonazo, va volviendo a la vida.

Este es uno de los mensajes que, a mi parecer, transmite: un enfoque profundamente naturalista y un mensaje claro y poderoso: “Cuida los bosques, ellos te dan la vida”. Todo lo que sea cuidar de nuestra naturaleza está bien, venga el mensaje de donde venga, aunque sea de un faro que tuvo días mejores. Su narrativa también nos habla de renacer, de conectar o de sacrificarnos por nuestros seres queridos. Todo ello sin decir ni una sola palabra, solo usando el arte gráfico para emocionar y remover nuestros sentimientos mas puros. De diez.

Nuestra partida transcurre de una forma absolutamente lineal salvo excepciones muy concretas. Siempre vamos a ir en línea recta. Aunque veamos en nuestra pantalla que se van sucediendo una cantidad increíble de biomas (a cada cual más espectacular que el siguiente) debemos tener claro que no estamos, para nada, delante de un mundo abierto ni nada que se le parezca. El único impedimento que vamos a tener para avanzar es un puzle o un rompecabezas.

Keeper es fundamentalmente una sucesión de puzles, uno tras otro

Es la gran premisa del juego, sus puzles. Y debo decir que me han sorprendido para bien. Está todo muy bien planteado y muy bien pensado, hasta el punto de que no vais a encontrar ninguno con el que os podáis atascar demasiado. Este es otro punto fuerte de este videojuego, su accesibilidad para público de todas las edades.

Para la resolución de estos rompecabezas, va a ser fundamental la colaboración entre Ramita y el foco del faro. Usándonos de ese foco, vamos a poder dar fogonazos a diestro y siniestro para abrirnos paso, o pedir a nuestro plomífero amigo que nos ayude con alguna manivela o que haga de contrapeso para abrir la puerta de turno. Todo ello envuelto de mecánicas jugables tales como pueden ser jugar con el espacio/tiempo, con el ciclo noche/día o incluso con la vida o la muerte. Insisto en el hecho de lo intuitivos que son todos esos rompecabezas y lo satisfactorio que resulta resolverlos, y más teniendo en cuenta su desenlace posterior. El hecho de poder embestir objetivos o incluso atreverse a jugar con las físicas de nuestros personajes, también forman parte de su original jugabilidad.

Uno de los grandes puntos fuertes de este Keeper, es sin duda el diseño de niveles. Como os decía anteriormente, el videojuego consta de 4 actos cada uno con su jugabilidad y mecánicas concretas. Cada acto se divide en una serie de biomas, y no exagero lo más mínimo si os digo que cada uno de ellos parece una pintura en movimiento. La paleta de colores aquí está muy viva, y refleja a la perfección la ambientación concreta de cada bioma. Un punto a favor.

Un apartado gráfico absolutamente vivo que se complementa de forma correcta con una ambientación musical acorde con lo que se vive

Gráficamente es una maravilla. No solo los escenarios están llenos de detalles, sino que podemos apreciar de manera absolutamente clara como van volviendo a la vida tras nuestros pasos. Los escenarios están vivos y llenos de colores, no me cansaré de repetirlo. El apartado sonoro y sobre todo su banda sonora, sirven de útiles compañeros para mimetizarnos en el mundo surrealista de Keeper. Todo ello está adaptado, en algunas ocasiones con mejor o peor acierto, acorde con la ambientación propia de cada zona, o bioma, por donde pasamos.

En cuanto a su dificultad, estamos delante de un videojuego increíblemente accesible para todo el mundo. No solo va a entretenerte y conmoverte su historia, sino que las mecánicas son tan sencillas como el mecanismo de una peonza, así que no hay escusa en ese sentido para que no sea disfrutado por cualquier perfil de jugador. Su duración está en torno a las 6 horas. Un tiempo que me parece que es más que razonable, pero que entiendo perfectamente que, a algunos de vosotros, os pueda parecer insuficiente. Cuestión de gustos.

Conclusiones

Keeper forma parte de aquella serie de videojuegos que suelen ser más una experiencia jugable que un desafío clásico al uso. Forma parte de un selecto club en donde priorizan tocar o sacudir los sentimientos del jugador más que satisfacerlo, y en ese sentido, como jugador me doy mas que satisfecho. Si que debo decir, que sus personajes, el faro y Ramita, no han llegado a empatizar tanto conmigo como si lo pudieron hacer en su día la loba Neva o incluso Alba, pero eso no le quita ningún mérito narrativo en absoluto. Estamos hablando de apreciaciones personales, simplemente. Y eso es también parte de lo que tienen de bueno este tipo de experiencias: cada jugador las vive de una manera distinta y personal, y eso dice mucho de un producto como este. Además, el hecho de que sea tan sumamente dinámico en cuanto a jugabilidad, al contrario de lo que puede parecer a simple vista, le juega muy a favor en ese sentido.

Estamos delante de un producto que recomendaría hasta la saciedad a todo el mundo. Es sumamente accesible, es amable y es divertido. Un gran producto que ha salido al mercado el día 17 de octubre en exclusiva para PC y Microsoft Xbox Series, y que tenéis disponible para probar en GamePass, si aún conserváis la suscripción, claro. Desde uVeJuegos os animamos encarecidamente a que pongáis luz a vuestras vidas con este maravilloso Keeper.

Jugado en Xbox Series S. Copia digital proporcionada por Microsoft





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