Análisis de Indiana Jones y el Gran Círculo para Xbox – uVeJuegos.com


Pocos nombres resuenan con fuerza hoy en día si nos preguntan por un aventurero icónico del cine. El hecho de que todos pensemos en Indiana Jones, una saga cinematográfica que suma ya 43 años de historia, es un reflejo de lo importante que ha sido el personaje y la huella que ha dejado en el imaginario colectivo. No en vano, su existencia ha inspirado muchos videojuegos, especialmente uno protagonizado por cierta arqueóloga británica con mucho dinero en el banco.

Por eso, cuando hace tres años Bethesda y MachineGames confirmaron que un nuevo juego de Indiana Jones estaba en desarrollo, y que sería una aventura en primera persona, todos levantamos la ceja. Hasta el momento, la historia de Indy con los videojuegos había sido una pequeña gran montaña rusa. Empezando con aventuras en Atari, Commodore y NES, la época dorada llegó con las aventuras gráficas en los 90, concretamente Indiana Jones and the Fate of Atlantis, un clásico absoluto en el género. También hubo tropiezos con juegos de aventuras en 3D que pasaron sin pena ni gloria por Nintendo 64, Xbox o PS2 y hasta la fecha, un par de títulos de LEGO que siempre aprueban con nota.

Nos plantamos en 2024, con una propuesta que aunque no parezca reinventar el género, nos pone ante la mesa algo un poco diferente: una aventura de las de toda la vida pero en primera persona. Una decisión curiosa, ya que Bethesda ha conseguido los derechos de la cara digitalizada de Harrison Ford, por lo que no podremos disfrutar de ella más que en las cinemáticas, pero ya entraremos en eso más adelante.

Indiana Jones y el Gran Círculo es una aventura que se sitúa entre la segunda y tercera película. Hemos de entenderla prácticamente como una película perdida, ya que la estética, el tono, y hasta la cinematografía está pensada para mimetizarse con las películas, especialmente las de los 80. Todo arranca con un robo: el de una pieza clave del Marshall College, la universidad en la que Indiana Jones es profesor. A partir de entonces nos tocará viajar por el mundo en expediciones al Vaticano, Giza y el Himalaya, donde conoceremos personajes secundarios que nos ayudarán y una compañera femenina, algo que no podía faltar en la saga.

Antes del control y la polémica perspectiva en primera persona, quiero detenerme en analizar el funcionamiento de los niveles. Al más puro estilo de las películas de Indiana Jones (o de espías y aventuras de la época), vamos a encontrarnos con una cifra de niveles que se pueden contar con la mano. Como hemos comentado, la Marshall College sirve casi de prólogo de la historia, pero poco después nos lanzaremos a la aventura en el Vaticano, Egipto y otros. ¿Y cómo funcionan los niveles? Como pequeños grandes mundos abiertos. De una forma muy inteligente y natural, MachineGames ha conseguido crear mundos abiertos, verticales y completos en espacios relativamente cerrados. Por poner el ejemplo del Vaticano, podremos visitar muchísimas instalaciones, puentes, cuevas secretas, palacios, plazas y demás, y consiguen que funcionen porque no es un espacio de 20 kilómetros cuadrados, sino que cada rincón cuenta. No hay un lugar que no cuente con algo de valor o no esté conectado a algo, así que nos olvidamos de esa sensación de “un mundo abierto enorme con pequeñas ciudades dónde suceden las cosas entre vastos terrenos vacíos”.

Aún así, dispondremos del clásico viaje rápido porque las zonas son tan complejas y enrevesadas que casi preferimos volver automáticamente a otra zona mediante unos puntos de viaje “turísticos” que se encuentran destacados en cada zona. Esto, hablando de los viajes rápidos dentro de cada nivel. El viaje rápido entre niveles también será una realidad, se hará desde el mapa y nos permitirá volver a niveles ya superados para recoger los coleccionables que nos faltan o mejorar nuestras habilidades. Podríamos pensar que esto nos saca de la historia, pero si lo entendemos como un “recuerdo” o flashback, todo cuadra dentro de la aventura.

El juego se juega enteramente en primera persona. Fue una decisión polémica pero que funciona a la perfección, porque si algo tiene de carismática la saga es su personaje principal y cómo todos queríamos y queremos ser Indiana Jones. Así que nada mejor que ponerse en su perspectiva de forma literal. Es una decisión acertadísima, imprime carácter al juego y lo aleja de otros con los que lo querrían comparar constantemente, como pueden ser Tomb Raider o Uncharted. Al lanzarse a la primera persona, entendemos que es un juego con una propuesta diferente e incluso que aporta algo que las aventuras y plataformas en tercera persona no tienen. Solo hay un pero bastante grande que sacarle y es aquello que se prometió en su día de ofrecer jugabilidad combinada en primera y tercera persona. El resultado no tiene sentido ninguno. Solo vemos el personaje de Indy en tercera persona cuando sube escaleras, se cuelga con el látigo, sube una cornisa… Planos totalmente innecesarios que parecen hechos para justificar lo que se prometió en su día. Esa decisión sí que nos saca de la cinematografía y si hubiera sido 100% en primera persona, la inmersión habría sido absoluta. Entendemos que en las escenas cinemáticas veamos a Harrison Ford y lo aplaudimos, pero en 2024 podemos soportar subir unas escaleras en primera persona.

A nivel de jugabilidad podríamos decir que nos encontramos ante un plataformas casi clásico con leves toques de batalla. La batalla no es compleja ni difícil y seguramente a muchos les sorprenda, al tratarse de un juego en primera persona pero, obviamente, esto no es un shooter. Las peleas en las pelis de Indiana Jones siempre han rozado lo cómico, y aunque vamos a tener armas, todas excepto la asociada al traje de Indy van a ser desechables. Desechables al nivel que si te curas con una venda la vas a dejar caer para luego tener que recogerla de nuevo. Lo más recomendable siempre es usar las armas para golpear al enemigo, incluso las armas de balas, ya que así son menos ruidosas y la batalla es bastante fácil en general. Los niveles están repletos de rincones vigilados por guardias que podemos abordar de diferentes maneras, con el sigilo como principal idea, pero cuando te descubren, si te organizas medianamente bien, puedes derrotar a todo el campamento y podrás investigarlo con toda la tranquilidad del mundo. Los puños también serán una forma rápida de pelearnos con el enemigo, pero habrá que ir con cuidado de no agotar nuestra energía temporal en una gran batalla múltiple.

«En la batalla, lo más recomendable siempre es usar las armas para golpear al enemigo»

Algo que se esperaba con ganas eran los puzzles, y sin ser un reto complicado, entretienen y siguen la estela de las películas. Nos tendrán unos minutos dándole al coco para jugar con los elementos disponibles en la sala para poder salir airosos y avanzar. Hay que agradecer que nadie nos dé pistas, incluso si realizamos los puzzles en compañía, así nos ahorramos ese momento incómodo de que el propio personaje resuelva el acertijo por ti. Todos tienen mucha lógica y tienen la duración y cantidad perfecta para no volverse tediosos pero que su resolución se vuelva satisfactoria.

A nivel visual es una bomba gráfica. Si bien la pobre Xbox Series S se queda atrás en muchos aspectos gráficos como son las texturas, la iluminación o el frame rate, el nivel de detalle y mimo puesto en todos los escenarios es encomiable. No hay zonas de baja calidad o rincones sin trabajar. Los pequeños mundos abiertos funcionan a la perfección, el viaje rápido nos recuerda al SSD de PS5, ya que es casi inmediato (incluso en Series S) y es un juego no solo potente gráficamente sino que entiende perfectamente la fuente de la que bebe y es fiel a la perfección.

Un elemento muy importante del juego es la cámara de fotos. Cuando la consigas, la llevarás siempre contigo y de vez en cuando te aparecerá un icono de “photo op” en el que podrás activarla y hacer una foto de algún monumento o espacio importante para la historia. Esto te aportará unos puntos que luego podrás gastar más adelante. Las habilidades de Indiana Jones no son muy complejas pero iremos encontrando libros que, previo pago, podremos usar para mejorar nuestra vida, resistencia, fuerza, etc. La manera de encontrarlos es muy aleatoria y lo hace todo mucho más divertido, aunque hay un baile de monedas de cambio a tener en cuenta. Por un lado tenemos los puntos de habilidad que te dan recoger coleccionables o hacer fotos y que se usan para activar los libros/mejoras; por otro lado está el dinero real que nos encontramos en los diferentes escenarios y que usaremos para comprar objetos y luego están los frascos de medicina que se utilizan como pago para comprar ciertos libros avanzados para mejorar. Cuando ya estás metido en esta locura capitalista se entiende, pero nos gusta la manera en la que está incluido dentro de la trama del juego. No es simplemente “una tienda que aparece por arte de magia”.

«Cada documento, cada historia entrelazada, está bien hilada y bien tratada»

Hay algo que Indiana Jones y el Gran Círculo hace a la perfección y hay que celebrarlo y es la inclusión de las secundarias e incluso de los coleccionables dentro de la trama principal. MachineGames tenía delante un lore histórico de peso, combinando películas y elementos de la historia de principios del siglo XX y lo ha sabido encaminar a la perfección. El juego se puede hacer corto o largo, pero en ningún momento sientes que estás jugando a elementos alargados artificialmente. La trama principal queda marcada desde el principio, después tenemos las tareas que vendrían a ser misiones secundarias con peso y trama, también los coleccionables tienen su propia historia y por último pequeños misterios que son maneras de conseguir coleccionables especiales envueltos en mini tramas de pocos minutos de duración. Esto es una absoluta delicia, ya que para los fans de la exploración llega un punto en el que no recuerdas si estás avanzando en la historia principal o no, y eso es señal de que cada documento, cada historia entrelazada, está bien hilada y bien tratada. La manera en la que usas el mapa (Indy lo coge con las manos y puedes seguir moviéndote mientras lo ves) es intuitiva, divertida y te incita a explorar cada rincón para ver con qué sorpresas te encontrarás. Esto se multiplica en el capítulo de Giza, donde puedes visitar las esfinges y las pirámides por dentro, así como otras tumbas y secretos que encantarán a los fans del arqueólogo.

Hay que reconocer, eso sí, que si en algo Indiana Jones se queda corto respecto a las películas, es en algo tan importante como el humor. Si bien hay muchas escenas con guiños y bromas al respecto de Indy y su miedo a las serpientes, a lo absurdos que son algunos enemigos, etc. se nota que MachineGames ha pasado por este punto con pies de plomo. Quizá no han querido molestar a nadie y por esa misma razón el humor se queda un poco corto si lo comparamos con el clásico tono casi absurdo del que hacía gala Harrison Ford sin ser un actor cómico al uso. Es algo de lo que carecen muchos blockbusters que no quieren enfadar al público mayoritario o no saben cómo enfocar esos momentos distendidos. Uncharted se acercó a ese tono, pero parece que en las aventuras aún cuesta encontrar el punto.

CONCLUSIÓN

Indiana Jones y el Gran Círculo es el mejor homenaje que Bethesda y MachineGames podían hacer al arqueólogo cuyas películas sentaron las bases de juegos como Tomb Raider o Uncharted. Una aventura en primera persona (a la que le sobran totalmente los breves tramos en tercera persona) que se convierte en una película perdida y que nos da todo lo que vimos en El Arca Perdida o El Templo Maldito pero multiplicado por 10 y con el añadido de poder sumergirnos absolutamente en la historia. Con un aspecto visual impecable (aunque en Xbox Series S se noten las costuras), unos escenarios impresionantes, podremos explorar con total libertad pequeños mundos abiertos con un montón de misterios, secretos y personajes a los que conocer mientras salvamos el mundo por enésima vez. Indiana Jones vuelve a los videojuegos por la puerta grande, como lo hizo hace 30 años con las aventuras gráficas, pero elevando el nivel de exigencia para ponerse en lo más alto. Es, sin duda alguna, un imprescindible de las aventuras en primera persona.

Analizado en Xbox Series. Copia digital proporcionada por Ziran.





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