Análisis de Mario Kart World para Switch2 – uVeJuegos.com


Hace ya once largos años que los usuarios y usuarias de Nintendo recibían, en nada menos que Wii U, una consola de hace dos generaciones, Mario Kart 8. Su revisión para Nintendo Switch, Mario Kart 8 Deluxe, amplió las fronteras de un juego que sentó las bases del juego casual en Switch. Ahora, con la salida de Nintendo Switch 2, hemos recibido con los brazos abiertos la siguiente entrega de esta saga ya eterna, Mario Kart World. La fórmula es la de siempre, pero mejor, más grande, más ambicioso. Mario Kart World se puede resumir así: más.

Un Mario Kart de nueva generación

De lo primero que hay hablar esta vez es del salto gráfico del título respecto a su antecesor. La llegada de Switch 2 nos prometía, entre otras cosas, pero sobre y por encima de todo, mejores gráficos. Y así ha sido. Mario Kart World luce absolutamente espectacular sin ser, ni mucho menos, el techo gráfico de la consola ni tampoco pretenderlo. Ante un título de estas características lo que venimos a pedirle es rendimiento, colores, distancia de dibujado, número de personajes en pantalla, efectos, etc. Todo eso lo cumple sobrado sin hacer que la jugabilidad se vea comprometida en absolutamente ningún momento. Las texturas de la arena, las salpicaduras de agua, los fondos y distancias y por supuesto los vehículos y los personajes, han sido renovados para la ocasión.

Es más, el título ofrece un balance absolutamente perfecto entre gráficos y jugabilidad. Nadie en su sano juicio jugándolo va a tener una sensación de “necesitar” más gráficos. Tal y como está es, probablemente, como en la mente de todos y todas luciría un Mario Kart perfecto. Además sucede que el apartado artístico del juego no cansa. La paleta tan colorida, la diversidad de personajes, todos y cada uno con su carisma, así como de la cantidad in-gen-te de vehículos con los que disputar las carreras conforman un todo sobresaliente que permite sentar una base sobre la que seguir escalando en el futuro como ya vimos con anteriores entregas. Mario Kart World funciona tan bien gráficamente, a unos estables 60fps que nadie en su sano juicio pensará dentro de unos años que necesitamos una nueva entrega sino simplemente ir ampliando esta. Conociendo a Nintendo y viendo como ha sedimentado la saga en el pasado creemos que así será.

Las vacas siempre son amadas

Equilibrio entre gráficos y jugabilidad

Pero todo este apartado gráfico no serviría de nada sin una jugabilidad acorde. En este sentido no solo no podemos poner pegas sino que todo nos gusta. Todo funciona. Mario Kart World se desplega ensanchando todo lo conocido hasta ahora. La sensación de velocidad y frenetismo de las carreras donde todo es posible hacen de anclaje de todo lo demás. Para empezar ahora las carreras serán disputadas por 24 corredores lo que hace que la cantidad de situaciones que ocurren en las vueltas que disputemos se incremente exponencialmente. La forma en que funcionan los karts, los power-ups y los elementos móviles o dinámicos del escenario (como los boosts) siguen una norma que ha sido verdad-templo desde hace decenios en la saga. Todo es sencillo en ausencia de otros condicionantes más no es sencillo masterizarlo y tener bajo control todos los elementos externos que suceden al mismo tiempo. Y esta es la verdadera y gran virtud de Mario Kart World: cada carrera se parece a la anterior pero es siempre completamente diferente.

El número de power-ups, ampliado para la ocasión, comprenden un abanico inabarcable de situaciones. Tenemos la Comida Turbo, un objeto que se obtiene durante la propia carrera y que nos proporcionará trajes exclusivos para cada corredor, nos proporciona un boost más largo que el de la Seta Roja tradicional, o el Martillo o la Flor de Hielo que funcionan como habilidades arrojadizas nuevas que no existían antes y que nos hacen tener también que afinar nuestro ‘aim’ o puntería. También tenemos el Mega Hongo, que nos transformará en gigantes haciendo las veces de sucedáneo de la estrella clásica de invencibilidad entre otros objetos nuevos que surgen como variantes de los existentes. Si a todo esto le unimos las nuevas mecánicas como el ‘grindeo’ al más puro estilo Tony Hawk, el salto turbo o la conducción por paredes pues, honestamente, se juntan una cantidad de variables que hace que jugar a Mario Kart World pase por un lugar a medio camino por el rollo casual tranqui y el frenetismo del mejor de los arcades.

Otra cosa no, pero en Mario Kart World tendremos personajes a elegir por doquier

Increíbles modalidades para uno o varios jugadores

Y hay que hablar del contenido, porque de nada nos serviría todo esto si no estuviese bien integrado en los modos de juego. Para nada es así. Para empezar tenemos el modo Grand Prix, el clásico. Donde podemos elegir entre 8 copas que a su vez se dividen en 50cc, 100cc y 150cc durante 4 circuitos. El modo VS, donde podremos competir contra la máquina o en local contra amigos y familia. Mario Kart World está diseñado para poder jugar en local a pantalla partida sin que notemos carencias en la jugabilidad y pone encima de la mesa que eso del juego presencial que algunos vivimos con el multitap y el primer Mario Kart en Super Nintendo sigue estando más que vigente. Las risas que produce a través del pique están ahí.

Pero si hay un modo, nuevo en este caso, que fomenta ese pique sano lleno de risas es el modo Supervivencia. Una especie de de battle royale de carreras donde 20 corredores durante 6 vueltas tendrán que ir pasando cada vuelta un corte donde quedarán eliminados los cuatro últimos. Dejadme pararme aquí, porque este modo merece un pelín de énfasis. La fórmula es sencilla, tampoco es que Nintendo esté inventando aquí la rueda, pero más divertida no puede ser. La cantidad de situaciones que hemos vivido jugándolo han sido casi infinitas, tantas como veces lo intentemos. Si hay un modo de juego que merece que le echemos ratos y ratos, y creedme que está diseñado para llevarnos a ello, ese será este modo Supervivencia. Por último, dentro de los reseñables, tenemos el Battle Mode, que viene a ser una especie de arena donde nos enfrentaremos todos contra todos lanzando power ups. Es entretenido y da para mucho pero se queda sin fuerza jugando en solitario. Mucho más disfrutable con amigos u online.

Diversión y emoción para cuatro jugadores locales

El otro gran pilar sobre el que se construye todo el título es su escenario, y esa idea de mundo abierto que se ha desplegado en los lobbys entre carrera y carrera. El número de circuitos es finito pero no así el número de recorridos. Las mezclas que se pueden llegar a hacer entre unos y otros una vez estamos en ese mundo abierto por el que podemos movernos libremente mientras esperamos a que se llene la partida es inmenso, alcanzando, según algunas fuentes, hasta más de 300 recorridos distintos. Es un añadido que aporta al juego que no haya tiempos de espera ni tiempos muertos. Todo se llena con formas diferentes de correr y recorrer el escenario. ¿Funciona? Sí. ¿Aporta realmente algo con, digamos, sustento? Pues nosotros tenemos ciertas dudas. El mundo abierto parece quedarse por momentos a medio camino de explotar como idea. Se puede vislumbrar lo que puede llegar a ser si la gente de Nintendo se empeña en ensanchar esta funcionalidad y darle más peso. De momento, a día de hoy, no pasa de mero pasatiempo, literalmente, entre una cosa y otra y es, quizás, una de esas cosas que nos han dejado una cierta sensación agridulce mientras lo jugábamos. Agria por, bueno, eso, por no llegar a ser todo lo que es fácil imaginar que podría llegar a ser y dulce porque, sin ser realmente un game-changer, aporta a que el conjunto se vea mucho más cosido entre sí.

Conclusión

Mario Kart World es un juego perfecto para el lanzamiento de Switch 2. Para mostrar y ejecutar las ideas sobre las que se asienta ese continuismo de consola híbrida al tiempo que, sin perder de vista que los años pasan, trata de innovar e ir más lejos. Se nota que el equipo detrás del título se ha esforzado en darle más empaque a todo lo que ya hacía de la saga lo que es y, además, agregar un sin fin de ingrdientes a la ensalada sin que quede un sabor raro. Todo funciona tal y como está y eso es de agradecer. Pero sobre y por encima de todo lo mejor que ofrece Mario Kart World son horas y horas y horas de diversión. Es un juego eterno, que pese a ser repetitivo en la fórmula no lo es, para nada, en la experiencia. La cantidad de circuitos disponibles, de coleccionables, trajes, pilotos, coches, etc que se pueden conseguir suponen ya un reto para que tengas una excusa para seeguir jugando y mejorando tu habilidad de cara al que, a día de hoy, es el verdadero desafío: el online. Ese lugar donde pondremos todo lo aprendido en solitario para mejorar récords, competir con otros y, con las obvias diferencias, nos pongamos un poco ese traje donde lo satisfactorio es el reto, un poco a lo Dark Souls.

Aclaración sobre el precio

Mario Kart World, eso sí, ha salido a la venta con un precio asumible (se queda en unos 50 euros) si lo compramos en pack con la consola pero absolutamente injustificable si lo compramos por separado (90 euros). A poco que sepas como es el desarrollo de un videojuego por detrás sabes que no hay argumentos que validen ese precio. Ni por tiempo de desarrollo, ni por dificultad, ni por assets o animaciones nuevas (ya que muchas vienen reutilizadas, es normal) de títulos anteriores. Sin embargo, si ese no es tu problema o si lo adquieres con la consola te podemos asegurar que tienes para horas y horas de juego hasta que te dejes seducir por el próximo juego first party de la propia Nintendo. Mario Kart World, honestamente, no miente en ningún momento. Da absolutamente todo lo que promete, que en este caso es mucho.

Versión analizada Nintendo Switch 2. Copia digital proporcionada por Nintendo España.





Source link