Vuelta a los orígenes
Como te decía unas líneas más arriba, en Dying Light: The Beast los jugadores asumirán de nuevo el rol de Kyle Crane, el protagonista de la primera entrega, que después de tirarse ahí más de una década de cautiverio como sujeto de experimentación logra escapar de unas instalaciones científicas misteriosas. Como es lógico, el bueno de Kyle está bastante mosqueado, y si bien todavía no sabemos exactamente por dónde querrán tirar los guionistas de Techland con el hilo argumental, todo apunta a que la acción se situará en Castor Woods; esta región, que en el pasado constituyó un importante enclave turístico, ahora se encuentra completamente invadida por zombies, con una población humana menguante, unos criterios de sanidad paupérrimos y, en esencia, al borde del colapso. Por lo visto hasta ahora Castor Woods ofrecerá una buena variedad de paisajes, desde la exuberancia natural de la zona hasta pequeños pueblos y complejos industriales, lo que abre las vías no solo a una mayor diversificación artística, sino también a distintos modos de juego y de desplazamiento por el mundo.
De todas formas, ya hablaremos de la jugabilidad en el siguiente párrafo. De momento baste añadir que el estudio ha confirmado que se trata de su juego más serio, más oscuro, a nivel narrativo de la franquicia, algo que hasta cierto punto encaja con el tratamiento moderno que recibe la ambientación del apocalipsis zombie, con títulos como The Last of Us o Days Gone. En cualquier caso, el antagonista principal será el Barón, un científico brillante pero carente de escrúpulos, responsable de los experimentos a los que Kyle fue sometido… Y claro, ahora Kyle no solo quiere venganza, puesto que también buscará desentrañar una conspiración más heavy que amenaza a la región.
Parkour, shooter en primera persona y combates brutales contra zombis
Fiel a la esencia de la serie, Dying Light: The Beast combina la acción en primera persona con mecánicas de parkour, lo que permite a los jugadores moverse ágilmente por el entorno y enfrentarse a hordas de zombies en un bucle jugable que maneja muy bien los tiempos, la acción y la transición jugable. Como siempre, las habilidades de freerunning de Kyle serán indispensables para poder “navegar” por los diversos terrenos de Castor Woods; lo cierto es que The Beast, en este sentido, parece ser bastante continuista, pero también es indiscutible que la fórmula funciona y que no está agotada de ningún modo, por lo que resulta bastante lógico. Por tanto, te puedes esperar más o menos lo mismo que en Dying Light 2: Stay Human: mucha verticalidad, un ritmo frenético, buenas dosis de exploración y combate, y un cierto desliz hacia el sigilo, especialmente durante la noche, cuando los zombies se vuelven más agresivos e implacables.
Por supuesto, también habrá nuevas herramientas y armas, como la capacidad del protagonista para desatar un poder similar al de una bestia (de ahí el título), presuntamente resultado de la fusión de su ADN con el de los zombies. También vuelven los vehículos a Dying Light, pero en lugar de un buggy, como vimos en la expansión The Following de la primera entrega, será un todoterreno abandonado; sí, se podrá usar para atropellar bichos como si no hubiera un mañana, pero también para moverte libremente por Castor Woods.
Una estructura más lineal pero con contenido
A diferencia de las entregas anteriores, Dying Light: The Beast presenta una estructura narrativa más lineal al enfocarse más estrictamente en la profundización en las desventuras de su protagonista, Kyle Crane, después de tantos años de tortura y experimentación genética. Esto también parece que tendrá una correlación con la jugabilidad, en la medida de que la trama tendrá un desarrollo más secuencial, pero es de esperar que también encontremos elementos de exploración y misiones secundarias, otro clásico de la serie.
CONCLUSIONES
Hasta ahora no parece que haya motivos para considerar a Dying Light: The Beast como una grandísima revolución dentro de la franquicia, eso por descontado; sin embargo, su viraje hacia una narrativa más profunda y lineal, su apuesta por darle poderes abiertamente sobrenaturales al protagonista, y en general la mejora de la exploración son motivos más que suficientes para estar ilusionados con The Beast. El regreso de Kyle vendrá con todoterrenos, parkour, muchísima más brutalidad zombie, y un apartado técnico espectacular, como de costumbre en Techland… Lo que no sabemos exactamente es qué día saldrá al mercado. Lo que sí que conocemos ya es que apunta a verano de 2025 como ventana de lanzamiento, así que ya queda menos para tenerlo en nuestra PlayStation 5, Xbox Series o PC.