Double Exposure para PS5 – uVeJuegos.com


La saga Life is Strange se ha ganado un hueco en el corazón de los jugadores por múltiples razones. Pese a llegar hace casi 10 años en pleno boom de los juegos episódicos, su narrativa original, directa y comprensible conectó con gran parte de los jugadores. La historia de Max y Chloe llegó a muchos y automáticamente se convirtieron en personajes de culto queridos y celebrados. Su éxito propició una precuela, Before the Storm, en la que descubríamos un poco más de la historia de Chloe. Y los spin off en forma de cómic se sucedieron, creando un fanatismo que no es tan habitual como podemos pensar cuando se habla de protagonistas de videojuegos.

Life is Strange derivó en secuelas independientes, contando otras historias y olvidando a Max, a la que dejamos en una situación bastante delicada en su Arcadia Bay natal. Por eso, no nos sorprendió tanto cuando vivimos el anuncio de Double Exposure, una secuela directa del juego original que nos enganchó a la manera de contar las cosas de Dontnod.

Life is Strange: Double Exposure se sitúa unos cuantos años después de los acontecimientos del primer juego. Max Caulfield se ha mudado lejos de su ciudad natal y ahora tiene una posición intermedia en la universidad. Ya es una senior que tutoriza a compañeros, por lo que se ha convertido en una figura a seguir por muchos de los alumnos. Pudo dar la vuelta al país con su cámara de fotos, capturando los momentos más importantes tras los eventos del primer juego y superando los traumas causados por las decisiones que tuvo que tomar. Recordemos que en el primer juego su poder era el de volver atrás en el tiempo, pero no sirvió más que para complicar más las cosas y al final tuvo que tomar una terrible decisión que le hizo entender que el mundo no se puede moldear a gusto de uno.

El estilo de los Life is Strange se asemeja más al de una aventura gráfica que a otro tipo de juego, ya que nos deja en un entorno relativamente cerrado, donde debemos tomar decisiones, llevar a cabo conversaciones e intentar resolver las cuestiones que se nos plantean. Durante el primer capítulo Max no deja de recordarnos que ya no tiene los poderes y que no puede rebobinar en el tiempo. No es hasta que sucede algo crítico en la historia que descubrimos que su poder no se ha perdido: se ha mutado y en un formato mucho más complejo y enrevesado.

La gran novedad de este Double Exposure es el juego de palabras de su título. La doble exposición es una técnica fotográfica que consiste en hacer dos fotos en una. Algo así como mostrar dos realidades en la misma imagen, y eso es justo lo que le sucede a Max en su nueva aventura. Tras el incidente clave del primer capítulo, se da cuenta de que puede moverse libremente entre dos líneas temporales, en las que se tomó una u otra decisión. Como poder tiene mucho sentido, ya que continúa directamente donde lo dejó el primer título de la saga, que terminaba con Max tomando una decisión clave, y le hubiera venido muy bien conocer las consecuencias de ambas decisiones antes.

Por lo tanto esta vez la forma de cambiar el pasado será diferente. Tendremos diversos puntos en los escenarios donde cambiar entre lo que podríamos llamar el mundo A y el mundo B. En cada mundo han sucedido cosas diferentes, los personajes se comportan de manera única y nuestras relaciones también se modifican. De hecho, hay un elemento muy importante que entra en juego en esta parte y es la bolsa de Max. En ella lleva su móvil con todas las redes sociales, así como anotaciones y un diario sobre lo que está sucediendo en todo momento. Para poder diferenciar un mundo del otro, el menú de las redes sociales cambia de color porque, ya avisamos, cualquier ayuda va a ser de agradecer para poder comprender las dos líneas temporales.

Si bien el juego te guía en todo momento, incluso demasiado, informándote de cuál es el siguiente paso a realizar, no es extraño que en algún momento nos confundamos con los universos diferentes. Si estamos peleados con un personaje en el mundo A y en el mundo B nos llevamos genial, va a ser confuso leer sus redes sociales, nuestros comentarios y recordarlo todo bien. De hecho, el juego bebe de esa confusión para ponernos a prueba y que tomemos decisiones erróneas, por ejemplo, fastidiando a la persona con la que nos hemos peleado… pero en el mundo en el que nos llevamos bien.

A nivel gráfico se mantiene el estilo de los Life is Strange: no se busca en absoluto el realismo visual, de hecho, ese aspecto casi de cine de animación o cómic le da una personalidad brutal que han conseguido afinar con los gráficos de la actual generación. Lo que sí ha mejorado aún más ha sido la expresividad y la actuación de los personajes. Es un verdadero placer disfrutar de ver al elenco reaccionar, sorprenderse, disgustarse e incluso hacer muecas en respuesta a lo que dice el resto de la gente. La clave del éxito de la actuación en Life is Strange: Double Exposure son los matices, los pequeños detalles que te hacen creer que estás ante personas y no modelos 3D que hablan.

Aunque a nivel visual y planteado sobre el papel es una secuela enorme, en la realidad la historia no llega a convencer del todo. Hay demasiadas reminiscencias del primer título. Mantener el entorno universitario es un truco fácil para tener a muchos personajes reunidos, pero hubiera sido mucho más interesante haber visto a una Max en un entorno de trabajo más real, aún más adulta (¡han pasado casi 10 años!) y con preocupaciones menos similares a las de una chica universitaria. Este contexto habría tenido sentido si la secuela se hubiera lanzado 2 años después del primero, pero tantos años después, los jugadores hemos crecido más que Max y eso puede echar un poco para atrás.

Pero aún y superando eso, el ritmo y la narrativa no son todo lo ágiles que podríamos esperar. Obviamente no se trata de un juego de acción, pero recuerdo más escenas variadas, más escenarios diferentes y situaciones curiosas en el primer título que en este. No vamos a comparar con Life is Strange 2 ya que era literalmente una road trip donde los escenarios cambiaban constantemente o True Colors, donde teníamos disponible un pequeño pueblo para movernos con relativa libertad. Pero aquí nos movemos en escenarios extremadamente cerrados, que se repiten demasiado y dejan de sorprendernos en cierto punto de la historia.

Si bien los personajes son reales, carismáticos, con muchos matices de carácter, sus historias no avanzan al ritmo que nos gustaría. Como punto realista es interesante ver cómo son diferentes en redes sociales y en la vida real. Todo el mundo es mucho más atrevido escribiendo desde un móvil u ordenador y en persona la cosa se calma bastante. Es curioso, pero no lo suficiente como para dar profundidad a unos personajes que podrían dar mucho más de sí. Los compañeros, amigos, antagonistas… están algo desaprovechados y en diversos casos se cae en los clichés. Aún y así, celebramos que Life is Strange: Double Exposure mantenga su apuesta por la diversidad real, las relaciones entre personas de sexo distinto, del mismo sexo, sin poner etiquetas ni señalar. Están ahí, como en la vida real. Y no nos engañemos, esa manera de naturalizar algo que ya es natural es parte del éxito del primer Life is Strange.

CONCLUSIONES

Es difícil estar a la altura del primer Life is Strange, un juego lleno de sorpresas, giros, que aunque fuera hijo de la era episódica lo superó con creces y ha envejecido mucho mejor que otros juegos de la competencia. Life is Strange: Double Exposure escucha a los fans e intenta continuar la aventura de Max Caulfield, la querida protagonista del primer título de la saga. Double Exposure es una aventura extremadamente continuista, en el que no hay muchas novedades en lo que se refiere a trama o jugabilidad. Nos encontraremos en escenarios cercados en los que deberemos investigar y la gran novedad es la doble exposición: podremos saltar entre mundos para vivir en primera mano los caminos que hay tras una decisión clave. A nuestro parecer esta secuela se queda algo corta en cuanto a historia, personajes y ritmo. El entorno universitario se está quedando un poco anticuado, y queremos a una Max adulta funcional trabajando y llevando una vida normal. Pero si eres fan de la saga, especialmente del primer capítulo, vas a sentir la satisfacción de ver cómo le va a ese personaje del que no te puedes olvidar.

Jugado en PlayStation 5. Copia digital proporcionada por Plaion





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