Este chatbot ayuda a contar la historia de cómo las mujeres se ven afectadas por el narcotráfico en Paraguay.
— Hola, soy Eva. Van a ser diez meses que estoy presa acá. Me acusan de tráfico internacional y crimen organizado, aunque yo me siento más víctima que otra cosa. Mi abogado dice que la condena va a ser de 10 años. Y yo le dije que no puedo aceptar algo que no me corresponde.
Así comienza la conversación con Eva, un chatbot impulsado con IA, desarrollado por el medio independiente El Surtidor, en Paraguay, que ofrece una perspectiva innovadora para contar cómo el narcotráfico afecta a las comunidades, en particular a las mujeres.
El equipo de El Surtidor, compuesto por periodistas, diseñadores conversacionales y expertos en UX writing, desarrolló este proyecto tras realizar una serie de entrevistas entre 2022 y 2024 con varias mujeres presas y expresas.
El chatbot, que da voz a Eva, relata su historia en primera persona y sin intermediarios. Tanto ella como los detalles que comparte son reales; el equipo de El Surti solo omitió o modificó circunstancias que pudieran comprometer su seguridad. Eva es una mujer de 28 años encarcelada en la prisión del Buen Pastor en Asunción, Paraguay, acusada de actuar como “mula” para una red de narcotráfico.
Al igual que muchas otras, la pobreza, la precariedad de salud mental y la falta de oportunidades laborales llevaron a Eva a caer en manos de narcotraficantes que la usaron como “mula”. La mayoría de estas mujeres son el último eslabón en la cadena del narcotráfico: solteras, separadas o viudas con hijos a cargo, y con mayores probabilidades de ser detenidas que los hombres por estos delitos.
El chatbot permite contar su historia manteniendo su anonimato:
— Estaba buscando trabajo y yo misma me acerqué a esta persona para decirle que me diera una mano. Yo sabía que se dedicaba a esto. Me utilizaron. Tenía que llevar una valija con cocaína, desde Asunción a una ciudad de Europa. Nosotros habíamos pactado 2kg y ellos me pusieron mucho más.
Eva fue detenida con más de dos kilos de cocaína en su maleta cuando intentaba viajar a una ciudad desconocida para ella. Sin preparación alguna, se vio atrapada en una situación que comparten más de cuatrocientas mujeres encarceladas bajo la Ley 1340, que sanciona el tráfico ilícito de estupefacientes y drogas peligrosas. En Paraguay, cuatro de cada diez mujeres en prisión están acusadas de violar esta ley.
Según datos de El Surtidor, más de 400 mujeres están encarceladas en Paraguay por delitos relacionados con el tráfico de drogas. Esto representa aproximadamente el 44,3% de la población femenina privada de libertad en el país, acusadas de infringir la Ley 1340, que sanciona el tráfico ilícito de estupefacientes y drogas peligrosas.
¿Qué papel juega la inteligencia artificial en esta historia?
Según el equipo, eligieron este formato “para ofrecer una mirada distinta a la de la estigmatización por consumo. Para eso, cuidar cada una de las palabras de Eva fue nuestra prioridad en todo momento. La decisión que tomamos fue restringir el uso de la IA solo a entender lo que el usuario quiera preguntar, pero todo lo que dice Eva fue escrito por seres humanos. No queríamos dejar un material tan delicado en manos de una tecnología que ofrece un porcentaje de alucinaciones o que, en el mejor de los casos, tiende a transformar los relatos particulares, con todos sus matices, en lugares comunes”, explica el Surti.
Paraguay es conocido como el principal exportador de cigarrillos de contrabando del hemisferio occidental, el mayor productor de marihuana de la región y un punto logístico clave para el tráfico de cocaína en Latinoamérica. Sin embargo, se habla poco de las víctimas de la fallida guerra contra las drogas. Mientras los grandes líderes del crimen organizado acumulan poder e incluso ocupan cargos públicos, las cárceles se llenan de personas estigmatizadas por el consumo.
Este chatbot ofrece una oportunidad para visibilizar la desproporcionalidad en la persecución de ciertos delitos asociados a la política punitiva de drogas.
A través del diálogo con Eva, es posible ponerse en su lugar y reflexionar sobre las circunstancias de mujeres encarceladas, marcadas por la discriminación, exclusión y violencia machista. La historia de Eva invita a imaginar alternativas distintas a la criminalización y el encierro.