IA en la educación: 5 cambios que veremos este 2025


La inteligencia artificial ha irrumpido en el ámbito educativo con una fuerza sin precedentes, transformando no solo cómo se enseña, sino también cómo se aprende. Desde la aparición de herramientas como ChatGPT, Deepseek, Gemini, Perplexity y otras plataformas de IA generativa, el debate sobre su impacto en la escritura y la creatividad humana ha sido intenso.

En los últimos años, la IA ha demostrado ser una aliada poderosa para estudiantes y educadores. Según un informe de HolonIQ, se espera que el mercado global de IA en la educación alcance los $6 mil millones para este 2025, impulsado por la demanda de soluciones personalizadas y accesibles. Sin embargo, su integración en el aula no ha estado exenta de desafíos.


WIRED en Español conversa con Freddy Vega, fundador y CEO de Platzi, la plataforma de educación tecnológica más grande de América Latina, acerca de la IA, la educación y el mercado laboral, temas que han mantenido a muchos al filo de la butaca en ese gran escenario llamado futuro.


Uno de los mayores temores ha sido la posible deshumanización de la escritura. ¿Puede una máquina reemplazar la creatividad y el pensamiento crítico que implica redactar un ensayo o una investigación académica? La respuesta, según expertos, es un rotundo “no”. En lugar de reemplazar la escritura humana, la IA está sirviendo como un complemento que potencia habilidades y democratiza el acceso a herramientas avanzadas.

Por ejemplo, plataformas como Grammarly y Quillbot ya son utilizadas por millones de estudiantes para mejorar la gramática, el estilo y la claridad de sus textos. Estas herramientas no solo ayudan a corregir errores, sino que también enseñan a los usuarios a escribir mejor.

Además, la IA está permitiendo a los educadores personalizar el aprendizaje, adaptando los materiales a las necesidades individuales de cada estudiante. Según un estudio de McKinsey, el 60% de las instituciones educativas a nivel global están explorando o implementando soluciones de IA para mejorar la experiencia de aprendizaje. Herramientas como ChatGPT ya son utilizadas por más de 100 millones de usuarios mensuales, muchos de ellos estudiantes y profesores.

La IA está ayudando a reducir brechas educativas. Por ejemplo, en países como India y Brasil, plataformas como Khan Academy y Duolingo utilizan IA para ofrecer lecciones personalizadas a estudiantes en zonas rurales o con menos recursos. Un informe de la UNESCO advierte sobre los riesgos de la IA en la educación, como la posible pérdida de habilidades críticas y la dependencia excesiva de la tecnología. Sin embargo, también reconoce su potencial para mejorar la accesibilidad y la calidad del aprendizaje.

Turnitin, una empresa especializada en garantizar la integridad académica, han identificado cinco tendencias clave que definirán el uso de la IA en la educación para 2025.

El ensayo y la escritura universitaria no morirán

María Belén Correa, directora de Turnitin para Latinoamérica, afirma que la escritura humana seguirá siendo fundamental. “Aunque muchos se preguntan si la IA dominará la escritura, el ensayo universitario y la escritura en general seguirán muy vivos en 2025”, asegura. Según una encuesta realizada por Tyton Partners, casi la mitad de los estudiantes continuará utilizando herramientas de IA generativa, incluso si sus instituciones lo prohíben. Esto representa un aumento del 21% desde 2023.

Correa destaca la importancia de crear espacios seguros para el uso de estas herramientas. “En lugar de prohibirlas, se pedirá a los estudiantes que se adueñen del proceso de creación de contenido, utilizando la IA para editar, mejorar o ampliar sus ideas originales”, explica.

La escritura humana y la IA se complementarán

La IA no reemplazará la creatividad humana, sino que la complementará. Herramientas como ChatGPT han impulsado una evolución en el pensamiento crítico y han abierto nuevas áreas de estudio, como la ingeniería rápida. “No hay una respuesta sencilla sobre si la IA primará sobre la escritura humana, pero ambas pueden utilizarse juntas para lograr los mejores resultados”, señala Correa.

Este enfoque colaborativo no solo agiliza los procesos, sino que también potencia la creatividad, permitiendo a los estudiantes explorar nuevas formas de expresión y análisis.

La escritura seguirá siendo una habilidad crítica

A pesar de los avances tecnológicos, la escritura sigue siendo una habilidad fundamental en todos los ámbitos. “El lenguaje natural es la forma más poderosa de interactuar con las computadoras”, comenta Correa. “La capacidad de trabajar con IA para transmitir información compleja con claridad se convertirá en una de las habilidades más importantes”.

Además, la escritura sigue siendo la mejor forma de evaluar la comprensión y el aprendizaje de los estudiantes. “Aunque la IA se integre más en la educación, los principios originales del aprendizaje permanecerán”, añade la especialista.

La accesibilidad y la equidad de la IA estarán en el centro del debate

La IA generativa tiene el potencial de nivelar el terreno de juego en contextos educativos desiguales. Herramientas como la traducción en tiempo real y la corrección gramatical pueden eliminar barreras lingüísticas y culturales. Sin embargo, también existe el riesgo de ampliar las brechas tecnológicas, especialmente con el auge de servicios premium de pago.

“La capacidad de operar entre la escritura humana y la impulsada por IA será clave para avanzar en equidad y accesibilidad”, afirma Correa.

El uso de herramientas de IA generativa y detección evolucionará

Las herramientas de IA generativa y de detección de escritura con IA seguirán mejorando, adaptándose a las necesidades de los usuarios. “Los estudiantes y educadores alcanzarán mayores niveles de familiaridad con estas tecnologías, lo que cambiará la forma en que las aprovechan”, explica Correa.

En el futuro, estas herramientas no solo se centrarán en la detección de plagio, sino que también facilitarán el diálogo entre educadores y estudiantes, proporcionando transparencia y visibilidad que reforzarán el compromiso y la confianza.

Un futuro colaborativo entre humanos y máquinas

El 2024 fue un año de aceptación y comprensión de la IA en la educación, pero 2025 promete ser un año de consolidación. “Predecimos que será el año en que la IA dé un impulso muy necesario al valor de la escritura humana tradicional”, concluye Correa.

En lugar de ver la IA como una amenaza, la comunidad educativa debe abrazarla como una herramienta que, utilizada de manera responsable, puede potenciar la creatividad, la equidad y el aprendizaje. El futuro de la educación no está en elegir entre humanos y máquinas, sino en encontrar el equilibrio perfecto entre ambos.



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