ALOE Control Room, el modelo de gestión inteligente de Servinform, empresa pionera en transformar negocios mediante soluciones personalizadas y tecnología de vanguardia, mejora hasta un 50% la eficiencia de las empresas y las administraciones.
Este servicio fue diseñado por la compañía especialista en automatización hace casi una década como un portal de autogestión para los usuarios. Con el paso del tiempo y el desarrollo de las nuevas tecnologías, ha ido evolucionando hasta convertirse en un producto asentado en el mercado como una herramienta indispensable gracias a la agilidad y sostenibilidad que ofrece. Y es que permite la monitorización en tiempo real de los robots desplegados y una configuración personalizada y adaptable a cualquier tipo de proceso.
Además, la plataforma genera alarmas para facilitar la gestión de los automatismos y cuenta con un módulo de tareas para facilitar la colaboración Persona-Robot, diferenciando aquellas tareas que deben ser realizadas por los gestores de forma coordinada con los robots.
Entre sus funciones, ALOE Control Room también incorpora un sistema de trazabilidad que recoge cada operación ejecutada por los robots. Este registro de operaciones es una pieza fundamental ante auditorías y para analizar incidencias o detectar oportunidades de mejora. Por otro lado, los beneficios que aporta esta herramienta son muy amplios: permiten tener una visión global del proyecto, así como una monitorización en tiempo real de los procesos que también permite una configuración personalizada.
“La experiencia acumulada en los últimos años nos ha permitido identificar las mejores herramientas y metodologías para afrontar con éxito un proyecto de automatización inteligente. Y así lo reflejan los datos: hoy, más de 35 clientes del ámbito público y privado hacen uso de nuestro ALOE Control Room”, señala, Esteban Morillo, director corresponsable del Área de Automatización Inteligente de Servinform.
Caso de éxito: la automatización de la gestión de subvenciones públicas
Servinform cuenta hoy con más de 550 robots operativos y más de 350 procesos automatizados para empresas privadas u organismos públicos. Entre éstas, destaca la colaboración de la compañía con la Junta de Andalucía, administración con la que lleva años colaborando para el desarrollo tecnológico y modernización de los servicios públicos. En concreto, ALOE Control Room está actualmente activa para la Automatización Inteligente de la Agencia Digital de Andalucía, pero también para administraciones de otras regiones como Galicia y las Islas Baleares.
El objetivo de esta colaboración es agilizar la manera de trabajar de los empleados públicos y facilitar un mejor servicio a la ciudadanía, por ejemplo, en la gestión de subvenciones públicas. Para ello, Servinform ha desarrollado un Modelo de Gestión Automatizada de Ayudas y Subvenciones que está recogiendo importantes avances en Andalucía: se han automatizado 15 procesos de ayudas en distintas consejerías, se han tramitado más de 500.000 solicitudes con ayuda de los robots y se han realizado 5 millones de consultas de requisitos.
Los resultados obtenidos, junto con la complejidad de la gestión de ayudas derivada de plazos de ejecución ajustados y un alto volumen de expedientes y requisitos a comprobar, ha conseguido que este modelo de Gestión Automatizada de Ayudas y Subvenciones recoja distintos reconocimientos. Entre ellos, destaca el Premio CIONET Vocento 2022 en Automatización y robótica y el Premio Adigital 2023 en la categoría Ciudadanía a las iniciativas en digitalización destinadas a mejorar la sociedad.
“Es evidente que el uso de la Inteligencia Artificial, combinada con el trabajo humano, ha marcado y seguirá protagonizando el futuro de la industria. Un trabajo en equipo que presenta muchos retos, pero también oportunidades para mejorar el servicio que podemos ofrecer a los ciudadanos, incrementar la productividad y fomentar la concentración de los trabajadores en tareas más creativas y estratégicas, dejando a los robots aquellas más pesadas o que implican mayor tiempo de dedicación”, concluye Esteban Morillo.