Moroi es el debut de Violet Saint, el estudio de desarrollo formado sólo por Alex, creador rumano asentado en Suiza. Tal como explicó él mismo en el lanzamiento de su juego, comenzó su carrera como artista antes de trabajar en dos compañías de juegos. Tras eso fundó su propia compañía y se lanzó a su ambiciosos proyectos, una realidad tras años de trabajo. Aprendió la artesanía latente del arte y del desarrollo de juegos, lo que se precisa para crear uno y que salga bien. Su sueño era dar forma a su propio videojuego y traspasar sus limitaciones personales a la hora de expresarse. A fin de cuentas, Moroi es un proyecto íntimo.
En Moroi, encarnamos a un pecador atrapado en el Motor Cósmico, una realidad alternativa en constante cambio y habitado por seres horribles. Este lugar adopta el Infierno personal de cada uno y aderezado con sus pesadillas, miedos, traumas y muchos monstruos. Los pecadores ya no tienen nombre ni pasado, pero sí crímenes acumulados. El historial de errores y fechorías no prescribe y la gente debe pagar por sus males. Nuestro desgraciado protagonista buscará una salida para regresar a casa, aunque para ello deba resolver puzles, recorrer pasajes lúgubres, charlar con parroquianos detestables y luchar contra hordas de seres infectos.