The Fall of Avalon para PS5 – uVeJuegos.com


Polonia, un país con quizás algunas ambivalencias a nivel socioeconómico, está a la vanguardia del desarrollo de videojuegos europeo. Lo vimos, por supuesto, con la trayectoria impresionante de CD Projekt Red, sí, pero también con estudios menos multitudinarios, como Techland (Dying Light, que estrena ahora The Beast el 22 de agosto), 11 bit (This War of Mine, Frostpunk, o el más reciente The Alters), Bloober Team (Silent Hill 2 Remake, el próximo Silent Hill 1 Remake)… Y unos cuantos más, en realidad. Ahora podríamos sumar a la lista a Questline Studio, no como nombre establecido, sino como promesa que pasa ahora a un mercado más amplio con este Tainted Grail: The Fall of Avalon, una suerte de RPG en primera persona, al estilo The Elder Scrolls, que salió el pasado 23 de mayo con el sello de Awaken Realms para PlayStation 5, Xbox Series X/S, y PC, después de un tiempo en early access.

TAINTED GRAIL: LAS LEYENDAS ARTÚRICAS Y LA FANTASÍA OSCURA

Basado en el aclamado universo creado por Krzysztof Piskorski para el juego de mesa homónimo, Tainted Grail: The Fall of Avalon, al igual que Conquest, su anterior adaptación al videojuego, bebe de todas estas raíces de la mitología artúrica y la reinventa bajo una óptica muy oscura, cromáticamente mórbida, que le sienta fenomenal. Se hace fuerte en esta atmósfera, además, con unas raíces de rol que recuerdan a The Elder Scrolls, con esa cámara en primera persona, la apuesta por la exploración libre y mecánicas que se entremezclan con el immersive sim, misiones secundarias por doquier, y un sistema de combate muy personalizable, que incluye desde magias, a arsenal cuerpo a cuerpo y armas a distancia.

La variedad de arsenal (hechizos de toda clase, más navajas que en Barcelona…) es algo relevante porque la historia transcurre en una Avalon devastada por la “Wyrdness”, una fuerza corruptora sobrenatural, y también por una plaga conocida como la Muerte Roja. Está la cosa bonita, sí, como en España en 2020, en una Camelot que, encima, lleva más de seis siglos sin el Rey Arturo. Así, sin entender mucho más, despiertas en una especie de manicomio-hospital infectado, con sacerdotes rojos haciéndote toda clase de experimentos; a partir de ahí, una cosa lleva a la otra y de pronto te ves en Avalon, físicamente libre pero con un montón de compromisos ultraterrenos, en una trama que tiene un montón de referencias a Oblivion y Skyrim.

No es nada del otro mundo, y a buen seguro el guión tiene sus cositas, pero cumple porque aquí el núcleo de la propuesta son la ambientación y la jugabilidad. Hay múltiples finales, decisiones que alteran el transcurso de la historia, y también facciones enfrentadas, lo que consigue darle un extra de profundidad a un apartado narrativo okay que está ahí cuando tiene que estar.

THE FALL OF AVALON ES EL HIJO ILEGÍTIMO DE BETHESDA

La jugabilidad, como te decía antes, recuerda enormemente a lo que llevamos décadas viendo en The Elder Scrolls desde el pelotazo histórico que supuso Daggerfall, uno de los videojuegos más ambiciosos de la historia del ordenador. Eso sí, a diferencia de la obra maestra de Bethesda, Tainted Grail: The Fall of Avalon no es 100% un mundo abierto; es, más bien, uno de esos mundos semi-abiertos compuestos por varias áreas grandes que podremos recorrer con un elevado grado de libertad. Hay varias regiones principales, todas ellas cargadas de misterio y decadencia, y con cientos de misiones secundarias que amplían el lore e integran la exploración, la narrativa y el combate dentro del bucle jugable que propone el título, que a pesar de su escasa originalidad es bastante efectivo.

Hay, por supuesto, una ingente cantidad de combates, tanto en mazmorras que se presentan como instancias separadas como en el propio mundo. De hecho, Questline, que claramente son fans acérrimos de las obras de rol medieval de Bethesda (Tainted Grail: The Fall of Avalon es, por encima de todo, un videojuego hecho por y para los enamorados de Morrowind, Oblivion y Skyrim), apuestan por un enfoque todavía más combativo en su visión del RPG occidental; todavía hay otras mecánicas, como la exploración, que tiene sus momentos, e incluso actividades de producción, como herrería y alquimia, pero después de unas cuantas horitas en el mundo de Avalon queda patente que lo que más vas a hacer es matar cosas: trasgos, trolls, bichos del averno, criaturas del averno, demonios del averno, comunistas del averno, y maleantes de otra clase, como saqueadores, gente infectada o aleatoria.

Esta predilección de Tainted Grail: The Fall of Avalon por el combate casi constante no es algo necesariamente negativo, ya que en ocasiones su mundo se siente un tanto vacío sin la emoción de la lucha, pero sí que saca a relucir con más frecuencia de la ideal sus puntos flacos. como un sistema de físicas extraño, una asignación de botones un tanto incómoda, o unas hitboxes, animaciones y patrones de ataque menos pulidos de lo que me esperaba. Es bastante divertido, súper satisfactorio cuando te dejas llevar, y sobre todo muy configurable (como Avowed, mismamente), en la medida de que te puedes poner armas diferentes en cada mano, puedes especializarte en árboles de talento un tanto confusos y lineales pero efectivos, o liarte a magias del averno contra todo lo que se mueve… Pero también es un testamento ineludible de que el apartado técnico necesita unas cuantas revisiones.

Lo digo porque a estas vicisitudes combativas se unen bugs que pueden romper la partida, un mal rendimiento (tanto en ordenadores como en consolas), una terrible optimización, y una resolución que a veces roza lo criminal, con entornos brutalmente emborronados o texturas que parece que tienen cincuenta filtros de distorsión encima. Hay también problemas de inteligencia artificial, manifestados sobre todo en las conductas de los NPC aliados y enemigos, y en general una representación de los rostros humanos un tanto kafkiana, ahondando en un surrealismo no intencionado que, en ocasiones, rompe un poco la inmersión y retrotrae a tiempos aciagos para las animaciones faciales de los personajes en el mundo del rol.

Por otro lado, el diseño artístico está muy bien; la atmósfera de Avalon es genial, y aparece potenciada con un apartado sonoro completo, que incluye tanto buenas melodías (la de combate puede hacerse repetitiva; especialmente porque el juego se te puede ir a las 50h perfectamente, más si te pones a farmear o a completar objetivos de cara a la recta final) como buenas voces. Sencillo todo, dado el presupuesto, pero notable en este aspecto.

CONCLUSIONES

Tainted Grail: The Fall of Avalon es un RPG creado por y para amantes de la fórmula The Elder Scrolls, con un montón de referencias directas a Oblivion y Skyrim no solo en el plano narrativo, sino también en el bucle jugable. Con mecánicas que, al igual que sus grandes inspiraciones, con las que comparte fondo pero desafortunada y lógicamente no calidad (al menos no al mismo nivel), mezclan rol occidental e immersive sim, The Fall of Avalon ofrece un montón de combates, buenas dosis de exploración, una ambientación que reinterpreta los mitos artúricos bajo un prisma de fantasía oscura, y una increíble cantidad de contenido (50-70h), por un precio bastante reducido. Si tan solo lo hiciera con un apartado técnico más pulidos, menos bugs, una mejor optimización y una IA no tan rayana en la locura, estaríamos hablando de un gran heredero de la fórmula The Elder Scrolls y de un título que rozaría el sobresaliente. Es uno de esos videojuegos que merecen una oportunidad, pero que también necesitan tiempo para ser verdaderamente recomendables.





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